miércoles, 11 de enero de 2012

¿Qué tipo de relación tenemos?

No es que sea necesario definir nuestra relación, es la que es, pero ser conscientes nos ayuda a alimentarla, a vivirla con más intensidad, a identificar las sombras y llevarlas a la luz, a saber mucho mejor en qué punto estamos o a donde vamos. Toda relación requiere de un tiempo de conocerse, de amoldarse, incluso una relación como la nuestra que tiene como base la Dominación Femenina, con todos lo matices que ello le aporta. Cuando se superponen muchos matices, estos pueden llegar a parecer contradictorios entre sí, y resulta necesario hablar sobre ello y llegar a un entendimiento. Y es que una relación DomFem no deja de ser una relación entre los dos.

Una relación exige mucho de ambos, exige que sintamos en todo momento que estamos donde y con quien queremos estar, y también nos exige cambios. A veces son cambios pequeños, y a veces son cambios importantes, cambios que hacemos por amor, por devoción, porque sentimos que nos hacen más felices, y es que no caben aquí cambios por conveniencia ni por sacrificio. Dicen que el amor es sanador, y me doy cuenta de que a tu lado se van cerrando las heridas, y se superan los miedos, que tengo nuevos ojos ante decisiones que había tomado y que creía firmes, que tengo nuevas ilusiones y recupero algunas que tenía olvidadas.

Dijiste una vez que buscabas una relación entre iguales, por más chocante que eso pudiera parecer, y es que en el fondo es así, una relación de apoyo mútua, en la que ambos somos a la vez fuertes y vulnerables, en la que compartimos fortalezas y debilidades, porque sólo entre iguales podemos mostrarnos tal como somos. Pero al mismo tiempo mantenemos la esencia de la DomFem, la confianza en mi manera de ver las cosas, de  que una lucha de poder es futil y dañina, de que tus opiniones influyen en mis decisiones, y al final, si las aceptas, no es porque yo te las imponga, sinó porque sabes que he tenido todas las consideraciones en cuenta, porque confías en mi buen hacer, y porque sabes que para mi lo más importante es nuestro bienestar.

Es muy fácil convivir contigo. Te desvives, te prestas, te ofreces.. siento que puedo apoyarme en ti, y que en ese apoyo encuentro mi propio camino, un camino que ahora es además nuestro, y que al mismo tiempo podemos seguir siendo individuos, personitas con vidas propias. Y es que la vida se vuelve más sencilla cuando vas de la mano con alguien, y es hermosa cuando ese alguien toma tu mano, se inclina levemente y la besa... y ese gesto no es resultado de un rol, no es algo que se espera que hagas, sinó algo que surge de ti, y que surge de un genuino deseo de cuidar de mi, de facilitarme la vida, de rodearme de algodones, y al mismo tiempo sé que cuando necesite a alguien que, como un buen amigo, me diga la verdad que soy incapaz de ver, lo harás con todo el cariño, la devoción y la delicadeza que ello requiera.

"Su piel, Su abogado, Su pañuelo, Su alegría, Su sonrisa, Su pura sangre, Su chimenea y Su mantita, Su perro, Su compañero, Su pasión... todo esto y mucho más me gustaría ser para Usted, mi Ama. Todo esto y mucho más, mi Vida.".

Y eres mucho más que todo eso... y todo ello a la vez. No ha sido hasta hoy que he encontrado una manera de describirte, una sola palabra que te dibuje tal como te ven mis ojos, y ahora lo sé, que más allá de todos los sentidos que se le pueda dar, tú eres mi Principe... mi Principe de sabores.

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